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El Festival de Filosofía de València ya aletea. La segunda edición de l’Avivament, que auna en un sintagma el carácter festivo con el amor a la sabiduría, se ha dado a conocer este viernes, 1 de junio, en el Museu Valencià de la il·lustració i de la Modernitat (MuVIM), en un acto en el que han participado la presidenta de la Asociación València Pensa, Eve Ferriols; el filósofo, astrofísico y ensayista, Juan Arnau, y el jefe de producción y difusión del MuVIM, Marc Borrás. 

«Una presentación más allá de la mera coincidencia, porque ilustra la actualidad, la necesidad de la filosofía como reflexión teórica, serena y distanciada del magma de los hechos y especialmente relevante para la convivencia pacífica entre personas que piensan de manera diferente. Un festival para eliminar las dificultades de acceso a la filosofía, para romper las barreras académicas y convertir el discurso filosófico en un bien común y participativo, que desdibuje las fronteras entre la alta cultura y la popular. Hacer del pensamiento teórico y reflexivo un elemento fundamental de la propia experiencia vital».

Un festival para hacer de la práctica filosófica un gozo sin prejuicios ni complejos, con la claridad que deja pasar un cuerpo traslúcido. Una convocatoria para devolver la disciplina humanística a su lugar de origen como así ocurría en las cunas de Grecia y de la India. De las aulas donde no se sabe si se ha atrincherado o refugiado según los tiempos y los planes de estudios, a la vida cotidiana de la ciudad de Valencia, y este año por primera vez, también de Sueca, en un intento por extender el pensar y debatir sobre las verdades y el conocimiento por causas. “Al fin y al cabo, la mayoría de la gente filosofa todos los días”, señalaba Marc Borrás.

Más actividadades, diversidad y sedes

El certamen este año ha ampliado sus actividades y sus sedes. Del MuVIM y la Librería Ramon Llull de Valencia a La Nau, Centre Cultural de la Universitat de València, la Biblioteca Pública de València, la Biblioteca Valenciana, el Espai Joan Fuster de Sueca, la Sala Gestalguinos y el Teatre Rialto.

Una oda a la alegría que atraviesa la suave curvatura de los tres días de junio, del 6 al 9, distinguiendo entre el continente y el contenido, destelando, desde estéticas transversales, las sutilezas del presente, con una nutrida lista de nombres y propuestas de interés. Se incorporan nuevas actividades, desde las más convencionales asociadas a la filosofía como la presentación de libros o los seminarios, a otros formatos expresivos propios de las artes como la música, la performance, la exposición, el cine y el teatro.

El año pasado, la primera edición pionera, se hizo “con dudas pero con éxito”, en palabras de Eve Ferriols. Se contabilizaron casi cuatro mil asistentes. Este año, Avivament se hace “desde la ilusión y la satisfacción”, en tanto que se reconoce la filosofía y su papel vital en la conformación del mundo, en la consideración de que las humanidades “empoderan al individuo para que tenga la capacidad y el poder de decisión a través del uso de su propia razón, piedra angular de la segunda modernidad, como la llaman”, en palabras de Marc Borrás. “Desde el MuVIM seguimos esta línea, nos reivindicamos como un museo diferente y nos debemos a nuestros visitantes para que dispongan de herramientas que les permitan comprender, entender, tomar decisiones en un mundo tan cambiante y acelerado como el actual”, señala Borrás. Porque, parafraseando a Joan Fuster, “lo que no piensas tú, lo piensan por ti”.

Sobre feminismo y verdad

“Un programa potente en el que se pensará sobre feminismo, pero también sobre verdad”, añade Eve Ferriols. Y es que el certamen cuenta con la presencia de notables figuras del pensamiento filosófico actual, la mayoría de ellas mujeres, como Remedios Zafra (premio Anagrama de Ensayo por “Precaridad y trabajo creativo en la era digital”), Marina Garcés (premio Ciudad de Barcelona con “Nueva ilustración radical”) o Ana de Miguel (Teoría feminista. De la Ilustración a la globalización), profesora de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. 

“El Festival no tiene otra vocación que la de acercar de manera sencilla y cordial la filosofía a todo aquel que esté interesado. Ofrecemos autores de mucha cualidad, que publican libros que nos han parecido interesantes en el último año, ese es el criterio de selección”, según Ferriols.  “La idea es acercar la filosofía al público lego en la materia”, añade Borrás. 

En 2017, Avivament se presentaba con unas gafas bicolores 3d para transmitir la idea de la complejidad que supone tener una visión unívoca de la realidad. Este año, el festival se presenta con la ilustración de una mujer con binoculares, extraída de un anuncio de prensa del siglo XIX, comunicando la idea de que la filosofía es una disciplina para ver más lejos, más allá.

La filosofía goza de buena salud

“Es una oportunidad y un altavoz que un festival de filosofía de esta naturaleza da a la misma filosofía a pesar del acoso al que la han sometido desde las instituciones”, señala Juan Arnau, aunque en su opinión, “la filosofía goza de buena salud, excepto cuando ha tenido la ansiedad de ser ciencia de laboratorio, lo cual es una traición a la filosofía misma”. El festival  permite a la filosofía “adquirir la visibilidad que trata de reducirse paulatinamente. Para mi es una alegría estar en esta casa, invitado como participante y como embajador del festival”, dice Arnau recordando que las primeras mujeres filósofas que se conocen de la historia del pensamiento eran de Grecia y de la India: Maitreyi y Gargi Vachaknavi.

“Pensamos que la filosofía, como el resto de las humanidades, son saberes a compartir, fundamentales para la vida en la sociedad y de cada ciudadano, porque nos dan herramientas para entender el mundo, los medios de comunicación, la televisión”, en palabras de Eve Ferriols.

“Cualquier disciplina científica conforme se desarrolla se hace cada vez más compleja, pero tiene pendiente hacer el camino de vuelta a la sencillez, accesible a los ciudadanos de a pie”, añade Arnau. “En Grecia, en la India, los debates son públicos y los ciudadanos participan de manera libre y sin restricción”. Este festival se presenta como “un trabajo para dinamitar las fronteras en las que la filosofía ha tenido que atrincherarse para justificar su trabajo”, afirma Arnau señalando la actual “sociedad de tecnócratas dominadas por la técnica y en manos de psicópatas”.

Entre las actividades del festival, el miércoles 6 de junio, se inaugurará la exposición “Belleza y juventud. La esclavitud contemporánea”, en el MuVIM. Sala Parpalló. Hasta el 16 de septiembre se ofrece una muestra para reflexionar sobre la tiranía  que ejerce el ideal de belleza y juventud con la ciencia como aliada al servicio de la vanidad. También destaca el seminario de Ignacio Castro Rey sobre “Ética del desorden”. | VP-2018-02

maria tomás garcía